Cartografía del Ser Migrante es un proyecto que aborda las experiencias de las mujeres migrantes desde una perspectiva feminista y de justicia social. La serie de catorce fotografías en blanco y negro explora el cuerpo como vehículo de memoria y resistencia, utilizando elementos simbólicos y texturas para conectar lo individual con lo colectivo. Este archivo visual busca no solo documentar, sino también reflexionar sobre las historias invisibilizadas, creando un espacio de memoria y transformación.
Las fotografías elegidas responden al objetivo de representar la complejidad de la experiencia migrante, evitando representaciones estereotipadas. La decisión de utilizar primeros planos, texturas y elementos simbólicos como manos, pies o labios responde a la intención de narrar desde lo íntimo, reforzando la conexión emocional y universal del archivo. 
1. Sendero Raíz El inicio del viaje: los pies descalzos caminan sobre hojas secas y raíces, conectando el cuerpo con su origen y la tierra que obliga a partir.

2. Camino Vacío: Una carretera vacía como símbolo de la incertidumbre y la distancia que se extiende entre el hogar y el destino.

3. Travesía Silente Las manos abiertas narran las marcas del trabajo, el esfuerzo acumulado y las historias no dichas.

4. Fractura La fisura en el suelo representa las rupturas físicas y emocionales: las cicatrices que el viaje impone sobre el cuerpo y la memoria.

5. Eco de Sal El rostro marcado por gotas ambiguas, entre lágrimas y sudor, refleja el sufrimiento físico y emocional que acompaña cada paso del camino.

6. Muro al Alma El cuerpo femenino, desnudo y extendido hacia una pared, simboliza las barreras invisibles que oprimen pero también la fuerza por romperlas.

7. Barreras infinitas Un límite rígido e impenetrable: el cuerpo invisible enfrentándose a barreras físicas, políticas y sociales.

8. Vida sobre la Reja La resiliencia: una planta que crece y se abre camino entre rejas, como metáfora de la vida que persiste a pesar de los obstáculos.

9. Susurros Cautivos Los labios, cubiertos por una hoja frágil, aluden a las historias calladas y a la fragilidad con la que se acallan voces migrantes.

10. Umbral incierto Una puerta entreabierta simboliza la transición: el paso entre espacios, realidades y momentos que marcan el viaje.

11. Cómplice El perfil de la mujer y su sombra reflejan la complicidad silenciosa entre quienes comparten una misma experiencia y un mismo peso.

12. Faro Interior Las manos que sostienen una vela encendida evocan la esperanza y la luz interna que guía incluso en la oscuridad.

13. Frontera de Ramas Las ramas secas representan que las barreras simbólicas del camino construidas por circunstancias externas pueden ser frágiles ante la voluntad humana.

14. Alcance Entre sombras y distancias, las manos buscan lo inalcanzable, tendiendo puentes invisibles entre el deseo de avanzar y las barreras que las retienen.
Cartografía del Ser Migrante: la exposición del archivo La exposición del archivo se desarrolla en una sala de cristal, donde las imágenes cuelgan suspendidas del techo, flotando en el espacio. Esta decisión responde a la necesidad de transmitir la fragilidad y el movimiento inherentes a la experiencia migratoria. El cristal, transparente y delimitante, simboliza las barreras visibles e invisibles que enfrentan las mujeres migrantes, pero también la posibilidad de mirar más allá de ellas, invitando al espectador a cruzar esas fronteras simbólicas. Las fotografías, suspendidas en cuerdas negras, pueden moverse con el aire, evocando la sensación de estar en tránsito, en un viaje constante. Al caminar entre las imágenes, el público no solo observa, sino que entra en un espacio íntimo y colectivo, sintiéndose rodeado por las historias de resistencia y esperanza que estas mujeres encarnan. Este montaje inmersivo permite que cada visitante no solo contemple las imágenes, sino que también experimente físicamente la narrativa de lucha y superación que estas transmiten. La elección de una sala de cristal refuerza el contraste entre lo íntimo y lo expuesto. Aunque el cristal separa el espacio interno del entorno exterior, también permite que los límites se difuminen, reflejando la dualidad de las mujeres migrantes: visibles pero muchas veces ignoradas, fuertes pero marcadas por su fragilidad. La exposición se convierte así en un archivo vivo que conecta al espectador con las historias de estas mujeres, permitiéndole mirar desde dentro hacia afuera y viceversa, en un gesto de memoria colectiva y reflexión.

Me encanta María! el soporte, las fotos y el mensaje! muy chulo!!gracias por compartir!
Muchas gracias Ana, me alegra mucho! Gracias a ti por dejarme tu comentario